Segundo año en el que participamos en este campeonato, y esta vez por partida doble. El año pasado tanto el regional como el nacional se celebró en Madrid, en la nave La Mosca, durante los días 29 y 30 de octubre con The Fix como tostador oficial. Allí estuvo Miguel como representante de Nica el sábado en el regional. En aquella ocasión y fruto de la inexperiencia en este tipo de pruebas, fue eliminado en la primera ronda por no acertar con el agua. No fue ningún drama, porque aprovechamos para conocer a tostadores muy interesantes como Senzu coffee roasters de Oporto, San Jorge de Zaragoza y de paso felicitar al ganador del Aeropress España, José Titos, cliente habitual de Nica y con el que actualmente mantenemos una muy buena relación.
En este segundo año, y casi sin darnos cuenta, llegó la competición regional de la mano de nuestros amigos de Boconó Coffee Roasters, como ya sabéis nuestro “roaster” de referencia y además flamante ganador al mejor tostador de Madrid en 2023.
La competición de Madrid se celebraba en las instalaciones de Rancilio Group en la localidad de Pinto, el sábado 21 de octubre por la mañana. Allí llegamos Miguel y yo con aspiraciones diferentes en la competición. Él, con la experiencia del año pasado y el estatus de Head Barista en Nica, llegaba con ciertas expectativas de al menos poder pasar alguna ronda. Si bien es verdad, no le había dado tiempo a practicar todo lo que hubiera querido con el Etiopía Sidamo de Boconó y era sabedor de su falta de preparación respecto a otros competidores. Por mi parte, las expectativas eran inexistentes, y mi mayor afán era el de pasar una mañana divertida más que de otra cosa. Sabedor, además, de que el día anterior había sido la primera vez que tocaba una Aeropress, el objetivo era claro: No hacer demasiado el ridículo.
Con estas premisas nos presentamos en las instalaciones de Rancilio donde a nuestra llegada ya estaban prácticamente los 25 competidores que iban a medirse en la contienda. Saludos a Carlos Nuñez de Boconó, rellenamos la hoja con la receta y nos entregaron el café para las preparaciones.
Para los cruces iniciales, que serían equivalentes a unos octavos de final, se decidieron hacer 7 emparejamientos de 3 competidores y 2 emparejamientos de 2 competidores cada uno. Bien, pues ¿Cuál sería la probabilidad de que a Miguel y a mi nos tocase JUNTOS EN EL PRIMER CRUCE? ¿Cual sería? ¿???? Que venga un estadista y me lo diga porque efectivamente, eso es lo que pasó.
Además del duelo fratricida nos tocó competir junto con otro chico, que ya sólo por el material que traía no parecía haber empezado el día antes a hacer preparaciones en Aeropress…molinillo Comandante (220€), balanza Acaia (250€) …. Su material contrastaba mucho con el que llevaba yo, molinillo hario Skerton (30€), balanza hario v60 (60€)…
Nos dieron 7 minutos en total para realizar la preparación, 2 minutos para calentar el agua y moler y 5 para realizar la mezcla, la extracción y servir la preparación en la taza.
Empezaba la competición y la verdad es que no llevaba ninguna receta concreta en la cabeza. Lo único que tenía claro es que mi Skerton estaba ajustado con una molineda media, que la temperatura del agua Bezoya rondaría los 90Cº y que no quería añadirle mucha cantidad de café para contrastar con el mayor grado de molienda que tenía. En teoría, lo que había puesto en el papel de la receta eran 16 gr de café y 225 gramos de agua, en la práctica fueron 13,4 gramos de café y 215 gramos de agua. Sí, fue completamente improvisado y en cierto modo propiciado por la lentitud del Skerton al moler. No tenía ni idea de que iba a salir de ahí pero estaba tranquilo y mi nivel de concentración en el momento era alto, que ya es mucho decir hoy en día.
Por otro lado, apenas me estaba fijando en la preparación de Miguel que estaba a mi izquierda, pero el siempre parece tranquilo y seguro de si mismo por lo que daba la sensación de que sabía lo que estaba haciendo, venimos de la misma escuela. Esos 7 minutos pasan muy rápido con el alto nivel de concentración del momento.
Llegaron los instantes finales y cada concursante debía depositar al menos 150 ml de preparación de café en la taza oficial. Una vez hecho, recogimos todo y era el momento en el que los tres jueces se probarán las preparaciones y se pusieran a deliberar.
“Una, dos y tres….!!” Cantaba la speaker mientras Miguel y yo aún estábamos comentando la jugada y echando unas risas.. “Y la taza clasificada es la númerooooo Dooos” En ese momento miré a Miguel incrédulo aún sin tener la certeza de que la taza 2 era la mía y él me devolvió la mirada pero descojonandose de la risa… había pasado de ronda con mi preparación improvisada. En ese momento vino el otro chaval a darme la enhorabuena de forma muy deportiva y con cara de no estarse creyendo lo que había ocurrido.
Después de eso, empezaron las bromas contra Miguel, el momento era precioso para unos buenos vaciles al head barista de Nica specialty coffee, me lo había cargado con una preparación improvisada en el momento que había resultado ser más interesante para los jueces (por unanimidad) que la suya que estaría perfectamente meditada…. Suerte pensaría Miguel, lo veríamos en la siguiente ronda.
Al haber sido los primeros participantes nos tocaba esperar a todos los cruces de primera ronda en los que se iban viendo a caras conocidas dentro del mundillo de los baristas de Madrid…Café Federal, Ambú, Coffee & tools eran algunas de las marcas que habían llevado a sus mejores baristas al concurso.
La siguiente ronda ya eran los cuartos de final donde todas las eliminatorias eran face 2 face. A medida que iban clasificándose los participantes yo ya empezaba a intuir quién iba a ser mi contrincante. Me sonaba muchísimo su cara y sabía que le había visto antes, pero ni Miguel ni yo acabábamos de acertar donde le habíamos visto. Su estética, un tanto agresiva, estilo “Jason Staham”, (cabeza rapada, tatuajes y complexión fuerte) podía parecer intimidatoria a priori, pero al no ser aquello una competición de boxeo… no me sentí demasiado abrumado, al revés, no paraba de decirle a Miguel que iba a mandar a aquel calvito a su casa.
Llegaba la hora de la verdad y yo ya tenía las muelas del Skerton bien “afiladas” y mi Aeropress preparada para los cuartos de final. Sabía que si pasaba esta ronda me clasificaría para el nacional de Barcelona, la ciudad que me encumbró.
Nuestro amigo “Jason” y yo nos saludamos muy deportivamente antes del inicio de la contienda, que empezó con bastantes contratiempos… la kettle que utilizaba tenía agua del anterior participante, se llevaron mi balanza por confusión, alguien se puso a lavar mi jarra y no la encontraba, en definitiva no fue para tanto pero con los nervios del momento en mi cabeza parecían grandes percances que me restaban las pocas opciones que ya de por sí pensaba que tenía de pasar de ronda. Aun así seguí concentrado en imitar de la forma más fiel posible la preparación de la ronda anterior: 13,4 gr de café, agua a 90 Cº, blooming con 60 gr de agua durante 30 “… y así fui siguiendo los pasos que de forma completamente aleatoria me habían hecho superar a Miguel y al tío de la Acaia en los octavos.
Al final me sobró tiempo para acabar la preparación que ni siquiera probé, como acto de rebeldía por pensar que no me había salido bien. Llené la taza para los jueces, recogí el petate y me fui con Miguel a comentar la jugada. Él, que había estado pendiente de las tazas me indicó, ya en la mesa de los jueces cual creía que era la mía, por lo que ya sabía cuál tenían que señalar los jueces para poder estar en el nacional de Barcelona.
Una, dos y tres…. Los tres jueces señalaron la misma taza, y sí, era la mía jajaja. Había pasado a semifinales, se confirmaba la suerte del principiante, me había colado entre los 5 mejores Aeropress de Madrid y ya tenía un billete para el Nacional de Barcelona.
Sólo había un problema… ante semejante suerte, me había empezado a creer que era un genio de la Aeropress y se me había pasado por la cabeza que podía ganar la competición de Madrid… craso error, los tiros, como bien dijo nuestro amigo Antonio, el fundador de ecafé.es… “ Cómo tenía que ser la otra preparación para que hayas pasado por unanimidad de los jueces” iban más bien por ahí. Por cierto, al final caímos quien era nuestro amigo “Jason”, uno de los mejores baristas de Syra Coffee en Madrid. ¡¡¡Chúpate esa Yassir!!!
Desde luego que la mañana ya había merecido la pena y sin quererlo ni beberlo eran las 14:30h y la organización daba un break de hora y media para comer ya que a las 16h comenzarían los cruces de semifinales.
Fuimos a comer a un asiático de la zona y tras pasar por un supermercado para reponer las botellas de agua Bezoya que obviamente no se habían contemplado para llegar a semifinales volvimos al showroom de Rancilio a ver si seguía “la flor en el culo”.
La competición la empecé, fruto de esa falsa ilusión de saber lo que hacía, con más confianza que las anteriores, con mucha fluidez en la preparación y con la sensación de que estaba haciendo la receta mejor que en la ronda anterior. Mi rival, cuyo nombre no recuerdo en este momento, era probablemente un barista de altura con mucha experiencia en Aeropress y un paladar bastante más exquisito que el mío para el café.
Efectivamente, la lógica se impuso y su café ganó por unanimidad al mío. Le desee lo mejor para la final y yo me preparaba ya para el tercer puesto que comenzaría próximamente.
En la lucha por el tercer puesto, me esperaban dos baristas de experiencia contrastada, ella barista en Norah & Co y él barista de Federal café. Se confirmaban las diferencias de valor en las preparaciones y los jueces dudaron entre dos de ellas para decidir el tercer clasificado, la mía, como podía esperarse, no estaba entre esas dos y fue descartada rápidamente… ¿había perdido el toque? Yo creo que más bien había empezado a haber nivel de verdad.
Finalmente había quedado el 5º clasificado del Aeropress Madrid, lo cual dadas las circunstancias era un logro totalmente inesperado y que además venia con un regalo bajo el brazo que era poder disputar la final nacional el domingo siguiente (29 de octubre) en el Naked Festival de Barcelona. Carlos Nuñez, de Boconó me hizo entrega del café origen Kenia tostado por Familia Osorio con el que se disputaría la final.
El camino continuaría en Barcelona, pero eso será en la próxima entrega de esta historia….